Las diferencias importan cuando se pretende contabilizar de forma individualizada (vivienda por vivienda) el consumo de calefacción de una comunidad de propietarios.
Y es que, para poder facturar la calefacción de forma individual, se debe tener en cuenta la forma en la que se distribuye la red de tuberías de calefacción dentro del edificio que por lo general suele seguir dos patrones: calefacción central en anillo o en columna.

A la izquierda, una instalación en columna y a la derecha, una instalación de calefacción central en anillo.
Instalaciones de calefacción central en anillo
Aquellas instalaciones de calefacción en anillo se caracterizan por tener un único punto de entrada y de salida para cada vivienda. Por tanto, en este tipo de instalaciones suele ser viable instalar contadores individuales en la entrada de cada vivienda.
Instalaciones de calefacción central en columna
Sin embargo, si la instalación es en columna, es decir, el radiador de una estancia del primer piso comparte entrada con la misma del piso superior y así sucesivamente, el uso de contadores de consumo individuales no es técnicamente viable. En este caso, se tendrán que utilizar repartidores de costes de calefacción para medir el consumo de calor de cada radiador.
Los repartidores de costes son dispositivos electrónicos se colocan sobre la superficie del radiador y, normalmente, sólo es necesario fijarlos mediante unos tornillos de sujeción. Constan de una carcasa, sensores, un dispositivo de cálculo, una pantalla, una fuente de alimentación, elementos de instalación y un precinto. El repartidor electrónico de costes de calefacción tiene en cuenta para calcular el consumo calórico tanto el tamaño del radiador como la diferencia entre la temperatura en la superficie del mismo y la temperatura ambiente.
Para ahorrar energía y lograr el confort deseado, es recomendable que la instalación de repartidores de costes se complemente con la instalación de válvulas termostáticas que permitan regular el caudal de agua que entra en cada uno de los radiadores y, con ello, la temperatura de las habitaciones. Las válvulas pueden contar con dos tipos de cabezales: los manuales y los termostáticos.